El autoaislamiento voluntario nos asegura una perspectiva desde la que poder detenernos en los procesos de desaceleración. De repente hay tiempo nuevamente para los matices, los pequeños cambios en la vida cotidiana que apenas notamos de otra manera. ¿Qué tal, por ejemplo, un proyecto fotográfico en el que fotografíes el mismo motivo todos los días en determinados momentos: la vista de la ventana de la calle, el jardín floreciente o tu propio cabello, que se alarga cada vez más con cada semana?. Este proyecto requiere un poco de perseverancia, pero garantiza un efecto casi meditativo debido a la repetición constante.

El brillante sol de primavera y las coloridas flores, que ahora están en todas partes nuevamente,  invitan a extensos estudios de plantas. Ya sea afuera en el jardín o adentro en un florero, los colores y las formas de la naturaleza nos inspiran una y otra vez. Toma fotos con luz lateral o posterior para que tus sujetos brillen. Si los contrastes son demasiado grandes, las sombras se aclaran con un pequeño reflector (por ejemplo, una cartulina blanca). También puedes probar perspectivas más inusuales: ¿por qué no tomar una visión gran angular de un tulipán desde la perspectiva de una rana?

En caso de que aún se permitan caminatas al aire libre, quizás tengas la suerte de tener cerca algún paisaje natural. ¡Úsalo para una excursión fotográfica y busca la perspectiva más hermosa! ¿Encontraste un motivo que valiera la pena, por ejemplo, un árbol solitario?. Prueba diferentes perspectivas incluyendo más o menos aire. Toma fotos desde una posición en cuclillas, por ejemplo, y cambia la altura del punto de vista. Por ejemplo, puedes incluir una roca atractiva en la composición, o probar con una flor en primer plano en la imagen. ¡Recuerda la regla de los tercios! Similar a la «proporción áurea», asegura una estructura de imagen más armoniosa. El motivo principal no se coloca en el centro de la imagen, sino que se desplaza ligeramente para hacerlo coincidir con una de las dos líneas que dividirían la imagen en tres partes imaginarias (tanto vertical como horizontalmente). De esta forma, la distancia con los bordes del motivo principal tendrá una relación aproximada de 2:1. 

¿Te aburren los puntos de vista comunes? ¿Estás buscando un giro especial que haga que el espectador mire dos veces? ¡Entonces ahora es el momento perfecto para los experimentos! Ya sean reflejos, contrastes de color, líneas o puntos: si agudizas tu mirada un poco más, hay motivos interesantes que se pueden descubrir en todas partes. Para que no te atasques al ver, primero elige un tema y mantente fiel a él. Las reflexiones de la luz son particularmente valiosas para los principiantes, por ejemplo, en charcos de agua, en paneles de vidrio o en metal brillante.

Los perros, gatos y demás mascotas a menudo requieren mucha paciencia del fotógrafo. Pero aquellos que se tomen su tiempo serán recompensados con fotografías impresionantes. El consejo más importante: ¡siempre tome fotos a la altura de los ojos!, así que debemos agacharnos o poner la cámara directamente en algún soporte cercano al suelo. Selecciona una distancia focal de teleobjetivo (por ejemplo, 150 mm a 200 mm) y una gran apertura (por ejemplo, f4 o f2.8), de modo que el fondo se desenfoca de forma atractiva y resaltamos al sujeto situado en primer plano. Si tu cámara ofrece EYE AF para animales, definitivamente debes activarlo. De lo contrario, elige el enfoque automático continuo (AF-C), porque quedarse quieto no es exactamente una fortaleza de nuestros amigos de cuatro patas.